Si quieres sumergirte en una Ibiza diferente, lejos de los locales y discotecas de moda, no puedes dejar de visitar esta pequeña localidad de casas encaladas, rodeada de campos y de un entorno natural magnífico: Sant Joan de Labritja.
La villa, que destaca por su tranquilidad, se encuentra situada en la zona norte de la isla. A pesar de su pequeño tamaño, es uno de los núcleos más grandes de la zona.
Merece la pena descubrir sus calles empedradas, con bares, cafeterías y algunos comercios; y también sus casitas blancas, con puertas de colores y barandillas de hierro, que parecen recién sacadas de una postal. Te damos la bienvenida a la Ibiza más rural. ¿Vienes con nosotros?
Qué hacer en Sant Joan de Labritja
Sant Joan de Labritja es un pueblo pequeño que destaca por su vida tranquila y por unos alrededores magníficos. Uno de los atractivos principales del pueblo es su iglesia del siglo XVIII, que se encuentra situada frente al ayuntamiento.
De visita obligada es el estanco de Can Vidal, todo un clásico para todos los que visiten la población y deseen realizar algunas compras. Además de muchas otras cosas, en este establecimiento con solera encontrarás las tradicionales hierbas ibicencas, reconocidas por sus propiedades beneficiosas para la salud.
También debes saber que todos los sábados, Sant Joan alberga un mercado con puestos de artesanías procedentes de diferentes países.
Si tienes oportunidad, la noche del 23 de junio se celebran las fiestas de San Juan, con hogueras, una ceremonia tradicional y un desfile por todo el pueblo con música, bailes, disfraces y fuegos artificiales.
Unos alrededores para disfrutar
Desde Sant Joan de Labritja podrás llegar caminando hasta el Pou de Labritja, un manantial que, cada mes de agosto, acoge la celebración de un baile popular. Estos bailes, recuperados hace unos años y acompañados por los tradicionales buñuelos y “orelletes”, se realizan en diferentes lugares de Ibiza con el objetivo de rendir homenaje al agua y conmemorar la finalización de la cosecha.
La localidad también se halla rodeada de fantásticas playas, como la cala de Portinatx, cala Xarraca, la cala Vicent o la cala de Benirràs, conocida por una puesta de sol única y por el hipnótico son de los tambores.
También merece la pena conocer la cueva de Es Culleram, un antiguo templo púnico dedicado a Tanit, la diosa del amor y de la fertilidad. Su mirador ofrece unas vistas impresionantes con la isla de Tagomago al horizonte.
Conoce la Ibiza más rural
Sant Joan de Labritja es una de las villas más pintorescas de la zona norte de la isla, conocida por sus campos de cultivo y por la belleza del entorno que la rodea.
Es uno de esos lugares que aún conserva un cierto ambiente bohemio encantador, donde parece que el tiempo se haya detenido. Es perfecto para respirar la tranquilidad y disfrutar del ambiente más rural.
A pesar de ello, es bastante habitual que los domingos, bares y restaurantes se llenen y se formen pequeñas acumulaciones de gente esperando su turno para comer o para cenar. Aquí encontrarás una gran variedad de cafeterías, bares y restaurantes. El restaurante Gare Du Nord, el Vista Alegre, el Giri Cafe o la cafetería Sabores Naturales son algunos de ellos.
Como curiosidad, quizás te interese saber que este pueblo de moda permaneció aislado durante décadas, hasta que en el año 1885 se construyó la carretera hacia la ciudad de Ibiza.
Sin duda, un buen lugar para disfrutar de la Ibiza más tranquila.